Aprender a tomar decisiones sabias guiadas por los principios de la Biblia.



Para esta actividad tuve la oportunidad de acompañar al pastor a visitar un centro de rehabilitación que atiende mi iglesia, llamado “Guerreros de vida”.
La idea era platicar con algunos muchachos debido a que el pasado 13 de noviembre se bautizarían un par de ellos e invitar a otros a tomar su decisión.
Escuchar sus historias y orar por ellos me conmovió y me hizo sentir contento de poder llevarles ánimo y la esperanza del amor de Dios.
Creo que logré apreciar mucho en esta materia sobre el trabajo pastoral, sobre el involucramiento de la familia en esta labor y sobre el trato que se le debe dar a los hermanos en distintas ocasiones como la visitación, la organización y desarrollo de campaña, así como el acercamiento a personas que no comparte nuestra fe. El apoyo del pastor de mi distrito fue fundamental para el desarrollo del proyecto integrador, y nunca dejó de animarme. Definitivamente como líder uno debe ir adelante, y estar dispuesto a lo impredecible de algunas situaciones. Siempre orar y Dios nos sorprenderá, es una de las experiencias vividas durante el desarrollo del proyecto integrador.
Está materia me sirvió de muchas maneras, más allá del propósito mismo del curso. Puedo decir que me siento muy agradecido por los consejos del pastor Armando Miranda. El escuchar los temas y las experiencias del pastor ha sido enriquecedor. Y al ir trabajando en el Proyecto Integrador, y leer los materiales y luego implementarlo, ha sido de gozo y alegría, pues es una gran satisfacción poder ser útil para los hermanos al compartirles conocimiento de la Palabra de Dios. Esta materia sin duda ha reforzado mi sentido del llamado y mi sentido de la vocación de enseñar a la Iglesia, y en un nivel más íntimo, ha reforzado la necesidad de aprender más, así como de orar, meditar y pasar más tiempo en la contemplación de Cristo.
«¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios» 1 Corintios 16: 19-20.
Este versículo viene a mi mente cuando pienso en el cuidado que debo tener con mi cuerpo, y, específicamente, en el cuidado al alimentarme. Somos administradores del cuerpo que Dios nos prestó, en lo cual, honestamente, no he hecho lo que debería y doy gracias a Dios por darme la oportunidad de enmendar las cosas.
Al realizar esta parte del proyecto integrador, me sentí contento de preparar la comida con la ayuda de mi esposa, y me dio gusto ver que muchas de las cosas que ocupé ya las usamos a diario en nuestra comida. El hacer algo bueno y saludable es reconfortante. Así que, esta actividad me ayudó tanto a pensar y reflexionar en las cosas con las que alimento este “cuerpo prestado” y también para pasar un buen rato con mi esposa.
Se dice que la familia es la base de la sociedad. También podría decirse que es la base de la iglesia, y el apoyo del pastor en el trabajo ministerial.
Mientras leí los contenidos y preparé el proyecto de seminario, reflexioné sobre la importancia de la familia, la comunicación entre la pareja e incluso algunas áreas de oportunidad para mejorar en mi relación con mi esposa.
Mi vida familiar como pastor debe ser un ejemplo de amor, respeto, comunicación, y yo debo ser un digno hijo de Dios con relaciones sanas y bendecidas por Dios.
La materia Escritos de Elena de White fortaleció en mí la capacidad de tomar decisiones sabias a la luz de los principios bíblicos. Al estudiar sus escritos, comprendí con mayor profundidad cómo ella aplicaba las enseñanzas de la Palabra de Dios en situaciones prácticas y cotidianas. Este enfoque me motivó a reflexionar sobre mi propio proceso de toma de decisiones, no solo como estudiante o futuro ministro, sino como cristiano comprometido con una vida guiada por el consejo divino. Las lecturas despertaron en mí el deseo de buscar constantemente en la Biblia y en el Espíritu de Profecía la orientación necesaria para vivir con propósito y coherencia.